“Moscú será la Tercera Roma, y otra, no habrá más”
El cruento invierno ruso no ha hecho más que empezar, y no es sino otro invierno más en estos años de guerra. No hay hombre, mujer y niño que no sepa de los difíciles momentos que atraviesa Rusia, y vosotros, vástagos, tampoco sois ignorantes a esta situación. La guerra Livona ocupa mucho más tiempo de la que cualquier inmortal querría, y, así, otro año más sin Praxis. Las esperanzas de que finalice la guerra, con victoria o derrota, supondría, de todas formas, un paso para colocar la piedra donde se edificará una Camarilla, y sabéis que, de un modo u otro, eso convertirá el peón que es Rusia en una pieza interesante en un juego mayor.
Para ver las próximas jugadas, sin embargo, aún deben de pasar muchas noches y algunos ni tienen esos temores apuntadas en sus listas. Es lo más inmediato lo que sacude siempre los cimientos de las cosas.
Sacudidas como las que ocurren en estas noches. Una milicia de soldados rusos vuelve a la capital, supervivientes de una emboscada por parte de los polacos. Tales tácticas no son novedad, pero por el camino esta milicia encuentran la nieve manchada de sangre enemiga, ¿quizás una unidad polaca que debiera de emboscarles a ellos?. La llegada de estos agotados soldados rusos causa una gran conmoción en Moscú; la plebe habla de demonios involucrados en la guerra; el clero, de la intervención de sus santos; los boyardos guardan otras opiniones, y los miembros de la Estirpe…
Sea como sea, banquetes se han celebrado para la llegada de estos valerosos héroes, un símbolo de esperanza, aunque quizás ilumine más a los ricos que a aquellos que, en guerra o paz, siguen sobreviviendo como pueden.
Piotr Rajmanov, Boris Godunov y Ludomir Dargov son algunas de las mentes detrás de la idea, a sabiendas de que aparte de los cánticos y el vino, algo más podría averiguarse de los extraños sucesos en el campo de batalla, o quizás podrían convencer de tomar un rumbo distinto de acción en tal contienda (las arcas no van a durar para siempre)... Escondidos entre pieles y perlas, otros cainitas se camuflan entre los humanos, aunque obviamente algunos son mejor recibidos que otros.
Fuera de los muros del Kremlin, la nieve cae inclemente, y la oscuridad cubre la capital. Una suerte para los cainitas que no padecen del frío y disfrutan de más horas de acción…pero también de conjuras. ¿Estás más seguro dentro o fuera del palacio, sabiendo que en todas partes hay cazadores…?
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Esta primera sesión está pensada para ser un poco más "indoors" y más social. La acción estará centrada en el interior del Palacio de las Facetas, pero tenéis también el Palacio de los Terems y las catedrales del Kremlin. Aquí es donde se iniciará todo, así que sí me gustaría saber cuáles serían vuestros planes, aunque os lo preguntaré por privado y usaremos los subforos para ello. Después de esta sesión habrá más libertad (espero

[mention]Casemir[/mention] [mention]Victoria_Rain[/mention] [mention]Alucard[/mention]